La visita
En una propiedad frente al Parque Lincoln, en Polanco, se encontraba la morada del mentor de Estephanía: una mansión de estilo porfiriano, de excelente gusto y perfectamente conservada.
Don Karlos era un millonario excéntrico que se dedicaba a leer el tarot a los hombres más importantes de México. Además, era dueño de varias concesionarias de las marcas de autos más lujosas del país. Le gustaba convivir con jóvenes, a quienes fascinaba con sus múltiples historias sobre un sinnúmero de temas.
¿Y por qué su lectura del tarot era tan solicitada? Porque en varias ocasiones había predicho muertes, accidentes, triunfos electorales o buenos negocios. Gracias a los resultados fehacientes que emergían del lenguaje de las cartas, todos querían una lectura con él.