Me sorprendió que nuestra ciudad haya crecido de una manera tan desorganizada y desproporcionada después de haber sido un espacio bellamente trazado, planeado y magistralmente orientado. Y me sorprendió el desorden de la mancha urbana y el crecimiento anárquico de nuestra ciudad.

Quiso ser médico como su padre, pero éste lo convenció de que mejor fuera periodista. Y cuando sus hijos le manifestaron que querían ser periodistas, Rentería trató de convencerlos para que no los fueron y fracasó. Desde entonces, dice, ya no da consejos.

Elena Poniatowska habló para Réplica y, en algún momento, casi al inicio, asestó a este entrevistador el famoso machetazo a caballo de espadas. Ella empezó a entrevistarme y yo a sentirme feliz con sus preguntas.

Llegar a la rectoría de una universidad pública es sin duda un gran honor. Y ocupar la de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla conlleva un enorme compromiso tanto en lo académico como en lo cultural, social y político.

Quienes lo conocen, aseguran que Miguel Hernández Correa es un hombre singular, tanto por su honestidad como por su vocación de servicio. No ve pero tiene las facilidad de percibir aquello que muchos políticos no quieren mirar ya sea por irresponsables o debido a que son chapuceros.

Antes yo quería que la vida fuera a mi manera. Y no. Aprendí a ver las cosas como son, no como yo quiero que sean. Nunca he sido una persona con mal corazón. Me educaron en la ética, en el respeto, en la dignidad. Tuve un padre y una madre maravillosos...

Mientras ocurría lo que suele parecerse a una ceremonia entre dos protagonistas (la cámara y el objetivo), vino a mi memoria la definición que la historia debe a William Wordsworth (1789): “¡Qué maravilloso es el mundo cuando la alegría de uno es la felicidad de millones!”...

Hago de lado la ciencia y la metafísica y los fenómenos cósmicos para, digamos que como el borras, asegurar que la existencia física, intelectual y comercial de los Grajales (los Antonio, padre e hijo...

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